Lo definimos como el elemento clave dentro de un contrato a la hora de la aseguranza. Argumentamos que se ha producido un siniestro cuando se ha suscitado alguno de los hechos de aseguranza que se hayan contratado o que se contemplen en la póliza de seguros.
Existen diferentes tipos de siniestros en función del tipo de seguro y de las condiciones de la póliza. Algunos ejemplos de siniestros son:
Cuando ocurre un siniestro, es importante actuar con diligencia y notificarlo a la compañía aseguradora, esto permite iniciar los trámites y acciones necesarias para determinar la cobertura, alcance y su responsabilidad. Dependiendo de la póliza contratada, se considera el procedimiento a seguir para notificar el siniestro, el cual puede variar bastante según lo contratado.
En caso de la contratación de una póliza de seguros para automóviles y/o tractocamión, se deben considerar si son amplias, limitadas y/o solo Responsabilidad Civil.
De acuerdo con el tipo de póliza contratada podemos afectar las diferentes coberturas entre las que resaltamos:
DM: Daño Material
RT: Robo Total
RC: Responsabilidad Civil
Los siniestros viales que puedan presentarse o generarse estarán en función de estas coberturas, motivo por el cual es importante considerar:
Dentro de las reglas de la seguridad vial, encontramos:
La forma de erradicar los siniestros de acuerdo con el rol de actor vial que seamos (peatones, ciclista, motociclistas, operadores de automóvil, autobús, tracto camión, vehículos automotores, etc.), es a través del conocimiento, de la capacitación y una cultura vial de lo básico para poder operar y tener conciencia de prevención para erradicar los siniestros y reducir las fatalidades.
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